Dinero falso por vicio
En 2013, el gobierno estadounidense afirma haber recuperado más de 88 millones de dólares en moneda falsa en Estados Unidos, y más de la mitad de esa cantidad se fabricó con tecnología de impresoras domésticas de inyección de tinta o láser de venta libre.
Mientras que el negocio de la falsificación solía requerir la habilidad avanzada del falsificador profesional, que a lo largo de los años perfeccionaba su arte en un intento de superar las características de seguridad de la moneda estadounidense, hoy en día cualquiera con una impresora digital puede intentarlo.
“Las estadísticas ponen de manifiesto el crecimiento (de la falsificación digital): En 1995, menos del 1% de los billetes falsos se producían en impresoras digitales. En el último año fiscal, casi el 60 por ciento de los 88,7 millones de dólares en moneda falsa recuperada en Estados Unidos se creó con impresoras de inyección de tinta o láser, según el Servicio Secreto.”
Mientras tanto, fuera de Estados Unidos, la mayor parte de los 68 millones de dólares estadounidenses falsos recuperados en 2013 se hicieron utilizando prensas offset de grado comercial. El Servicio Secreto dice que ese tipo de máquinas son mucho más capaces de producir falsificaciones de alta calidad que pueden “escapar más fácilmente a la detección de las autoridades estadounidenses e incluso operar con el respaldo de gobiernos corruptos”, según Bloomberg.
Cómo los falsificadores imprimen dinero falso
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Algunos de los efectos nocivos que el dinero falso tiene en la sociedad son[3][4] una reducción del valor del dinero real; y un aumento de los precios (inflación) debido a que circula más dinero en la economía -un aumento artificial no autorizado de la oferta monetaria-; una disminución de la aceptabilidad del papel moneda; y pérdidas, cuando a los comerciantes no se les reembolsa el dinero falso detectado por los bancos, aunque sea confiscado. Tradicionalmente, las medidas contra la falsificación consistían en incluir detalles finos con impresión calcográfica en relieve en los billetes, lo que permite a los no expertos detectar fácilmente las falsificaciones. En las monedas, se utilizan bordes fresados o escariados (marcados con ranuras paralelas) para mostrar que no se ha raspado el metal valioso.
Cómo imprimir dinero
Corría el año 1938 y el neoyorquino Edward Mueller se estaba quedando sin sus ahorros. Mueller era un hombre ferozmente independiente. Había empezado a trabajar a la temprana edad de 13 años y nunca pidió ayuda a nadie.
De hecho, a todos los que conocían a Mueller les habría costado creer que hubiera recurrido a la deshonestidad. Pero eso es lo que hizo. Como escribe St. Clair McKelway en un ensayo titulado Mister 880, que forma parte de un libro titulado Reporting at Wit’s End “En noviembre de 1938, se convirtió en un falsificador de billetes de un dólar… Cuando necesitaba dinero en efectivo, se metía en su cocina y sacaba algunos en una pequeña imprenta manual que había montado en un rincón junto al fregadero”.
Durante la siguiente década, gastó este dinero impreso a razón de cuarenta o cincuenta dólares al mes. Durante este periodo, “el Servicio Secreto de los Estados Unidos llevó a cabo una persecución de Mueller que superó en intensidad y alcance a cualquier otra persecución en las crónicas de la falsificación”.
Mueller no era un falsificador profesional, y sus billetes de un dólar estaban bastante mal producidos. Como escribe McKelway: “Su retrato de Washington, torpemente retocado, era turbio y mortecino. Su trabajo en los bordes y sus números y letras eran chapuceros. El papel que utilizó era un papel bond barato que se puede comprar en cualquier papelería”.
Cómo reconocen las impresoras el dinero
En algunos casos audaces de falsificación de billetes, los materiales de alta seguridad y los billetes completos se obtuvieron con falsos pretextos de la industria de impresión de seguridad. Esto puso de manifiesto la necesidad de que las empresas de impresión de billetes y los productores de sustratos de seguridad tomen las medidas necesarias para verificar la buena fe de los pedidos con las instituciones emisoras pertinentes.El proyecto S-Print reúne a la comunidad de las fuerzas del orden y a la industria de la impresión de seguridad para reducir la proliferación de billetes y documentos de seguridad falsos en todo el mundo. El proyecto S-Print complementa los sistemas de control ya existentes para reducir el riesgo que plantea el mercado de las máquinas de impresión calcográfica de segunda mano. El Proyecto S-Print proporciona una capa adicional de seguridad mediante la promoción de las siguientes prácticas seguras:Ventajas de la adhesiónLa red del Proyecto S-Print contiene más de 25 empresas del sector de la impresión de seguridad y de las industrias asociadas. Los miembros tienen la oportunidad de establecer redes y compartir las mejores prácticas, y se benefician de nuestros servicios, como por ejemplo